Las manifestaciones de voracidad se deben, sobre todo, al hábito de comer de prisa, consumiendo una cosa tras otra, con el tenedor en una mano, el vaso o copa en la otra y los ojos en el reloj.
La masticación, tan importante para una buena digestión, debe pasar inadvertida para quienes nos rodean; se mastica con la boca cerrada, sin hacer ruidos desagradables.
No se habla con la boca llena, ni se toman bocados muy grandes que obliguen a hacer gestos que desentonen. No se mastica durante mucho tiempo, ni se bebe mientras haya residuos de comida en la boca.
A la mesa debemos sentarnos con el torso erguido, los brazos fuera, apoyando solamente las muñecas y las manos. Mientras se utilizan los cubiertos, los codos deben permanecer ligeramente pegados al cuerpo y no separarlos con exceso. No se estiran ni se cruzan las piernas por debajo de la mesa.
Reír, estornudar, sonarse y bostezar, son reacciones involuntarias que se justifican; pero deben superarse en forma discreta y contenida para que, hasta donde sea posible, pasen inadvertidas.
A la mesa debemos sentarnos con el torso erguido, los brazos fuera, apoyando solamente las muñecas y las manos. Mientras se utilizan los cubiertos, los codos deben permanecer ligeramente pegados al cuerpo y no separarlos con exceso. No se estiran ni se cruzan las piernas por debajo de la mesa.
Reír, estornudar, sonarse y bostezar, son reacciones involuntarias que se justifican; pero deben superarse en forma discreta y contenida para que, hasta donde sea posible, pasen inadvertidas.
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